Los sistemas de detección y alarma de incendios están compuestos por un conjunto de elementos que permiten detectar o notificar la existencia de un incendio, otros que procesan las señales eléctricas o electrónicas generadas, y finalmente aquellos que sirven para emitir señales de aviso acerca del peligro existente. De forma muy resumida encontraremos los siguientes tipos de equipos en una instalación:

  • Equipos de entrada (receptores): detectores automáticos o autónomos, pulsadores de alarma y módulos analógicos de entrada. Permiten detectar la existencia del fuego (detectores), comunicar manualmente el riesgo (pulsadores), o bien monitorizar señales que informan al sistema sobre el estado de los equipos (módulos). 
Detector de llamas
  • Equipos de control: bien sea con tecnología convencional o analógica, las centrales son el corazón del sistema, ya que permiten procesar las señales que reciben del exterior, y transformarlas en los avisos de emergencia previstos, y en la forma también requerida, según las capacidades de programación de que disponga el equipo. Pueden además disponerse equipos adicionales de apoyo como centrales repetidoras o fuentes de alimentación adicionales.
  • Equipos de salida (actuadores): sirenas, módulos de salida, sistemas de señalización óptica, sistemas de megafonía, o actuadores electromagnéticos son ejemplos de este tipo de componentes. En general, son elementos que emiten algún tipo de señal de aviso, o bien permiten que se actúe sobre un equipo (por ejemplo, sistema de ventilación en un aparcamiento, cierre de puertas cortafuegos, cierre de válvulas de suministro de combustible para motores navales, etc.).
Una aplicación particular de este tipo de sistemas la encontramos frecuentemente en los garajes que disponen de detección de gases (especialmente monóxido de carbono). En este caso la instalación permite detectar acumulaciones de gas, y cuando éste alcanzan una concentración determinada, activar automáticamente el arranque de los sistemas de ventilación de dicho entorno.

Otro aspecto importante que destacaríamos es que en el mercado existen multitud de tecnologías relativas a los detectores de incendios (de humo puntuales o lineales, térmicos puntuales o lineales, de llama, de aspiración, de gases), así como una amplia gama de soluciones que ofrecen los fabricantes, especialmente con el uso de centrales analógicas. Esto requiere de un cierto nivel de conocimiento que se debe exigir al instalador o mantenedor de este tipo de sistemas, que pueden llegar a ser muy complejos. El diseño del sistema también es de vital importancia, pues ciertas inversiones pueden ser importantes, y al final no servir para el fin previsto. Desde COMPRETEC le asesoramos para que su sistema sea realmente eficaz, y además funcione correctamente.

Con respecto al mantenimiento de estos sistemas, el Real Decreto 513/2017 establece en su Anexo II tanto requerimiento de mantenimientos trimestrales/semestrales como mantenimiento anual. Si bien la norma permite que los mantenimientos de tipo trimestral o semestral los haga personal del usuario o el propio titular de la instalación, dadas las características de estos sistemas, recomendamos que estas actuaciones sean realizadas por personal formado adecuadamente.

En resumen, los sistemas de detección y alarma mejoran la protección contra incendios mediante la capacidad automática (y manual) de detectar la presencia de fuego, de tal forma que puedan emitirse las correspondientes alarmas a todo el sector protegido, para que pueda realizarse la correspondiente evacuación segura.
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